Pues resulta que hoy es el día de la privacidad de los datos y yo me entero a través del paripé de los de la G azul y su hashtag. Manda huevos. Sea como sea, aprovechemos la oportunidad para recordar que el derecho a la privacidad es un derecho fundamental e inalienable recogido, entre otros, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, ni su familia, ni cualquier entidad, ni de ataques a su honra o su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
O en el artículo 18 de la Constitución Española:
1.- Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
2.- El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.
3.- Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial.
4.- La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.
Y que sin embargo nos toca defender con uñas y dientes, ante la insaciable voracidad de las grandes multinacionales, gobiernos y lobbies.
Que no te pillen desprevenido.